La “Narrativa”
que presento consiste en una actividad realizada durante el período de
prácticas en 3º de la ESO, cuyos contenidos y metodología favorecieron la
Competencia Cultural y Artística. La tarea consistió en la lectura e
introducción al comentario crítico del Soneto XIII de Garcilaso
de la Vega (“A Dafne ya los brazos le crecían”). El objetivo era, en primer lugar, el
acercamiento a una de las características propias del Renacimiento: el
reencuentro con el mundo clásico, pero concretamente la selección del poema
está pensado para que reflexionan sobre la importancia de la mitología clásica
como fuente de conocimiento antiguo en virtud de la cual se explicaba, cuando
la ciencia no existía como tal, los fenómenos naturales y humanos. De este
modo, los contenidos abordados en esta actividad competen a la lectura del
poema, la comprensión paulatina de cada uno de los versos; la identificación
del tema, los protagonistas (Apolo y Dafne), la estructura métrica, lenguaje
literario y una final reflexión sobre el Amor en su vida diaria, especialmente
en lo que concierne al amor no correspondido y el acoso amoroso.
La metodología
empleada fue activa y participativa, ya que una vez
leído el poema, se interroga al gran grupo sobre lo que han entendido. Se
emplea la mayéutica, es decir, preguntas premeditadas por parte del docente
para reconducir las respuestas de los alumnos a fin de que concreten sus ideas
sobre el poema y reflexionen acerca de lo que el profesorado está preguntando. “¿Cuál
es el tema principal?”, ¿”Quiénes son los personajes que aparecen?” “¿Alguien
sabe quién es Apolo”? “¿Y Dafne?” “¿Por qué el poema trata de un árbol”? Ante
estas preguntas, uno de los alumnos intervino y contó, ante el asombro de la
clase, quiénes eran Apolo y Dafne, y asimismo logró resumir el suceso del mito
que se planteaba grosso modo. Al
acabar el alumno, el profesor les proyectó en la pantalla una imagen de la
escultura de Apolo y Dafne esculpida por Bernini, de modo que comenzaron a
entender cuál era la función del “árbol” entre esa persecución amorosa. No
obstante, el haber preguntado al gran grupo supuso un torbellino de
intervenciones no pautadas y al unísono y que imposibilitó que los alumnos
escucharan a aquellos que intervenían, pues no se respetaban los turnos de
palabra.
Si procedemos a
interpretar la situación, es cierto que los alumnos,
al escuchar el contenido del mito, quedaron maravillados por la magia innata de
estos mitos. Se pudo comprobar este entusiasmo por el número de manos
levantadas cuando la profesora preguntó si ellos conocían otros mitos. Se habló
en clase del mito de la Vía Láctea, el mito del Nacimiento de Venus, el mito de
Orfeo y Eurídice. Especialmente, el mito de la formación de la Vía Láctea no
estuvo exento de comentarios humorísticos, de los que tampoco pudimos
sustraernos nosotros los docentes, y al preguntar por las causas del término
“Vía Láctea”; cuando el alumno contó que se debía a que Juno había derramado
parte de la leche con que amamantaba a Hércules, confundió la sustancia láctea
con un “cartón de leche”, a lo que siguió una carcajada grupal. Del mismo modo,
aparte de fomentar que los alumnos reflexionaran sobre las metáforas
connaturales a los mitos, uno de los alumnos me comentó al terminar la clase
que él prefería leer mitos egipcios, porque le parecían más genuinos.
En general,
doy por satisfecha la actividad en la medida en que la mayoría del grupo pudo
comprender el contenido y significado del mito, y de esta forma han valorado el
sublime lenguaje poético en el que se expresa la metamorfosis. Sin incidir en
un primer lugar en las figuras retóricas, han entendido las exageraciones, las
comparaciones, los epítetos, etc., y sobre todo la importancia de la división
temática en estrofas. En lo que atañe a
las dificultades observadas, todas proceden de la explicación de la métrica, como
demonio de las clases de literatura. Cuando se ha comenzado a comentar la métrica
y la estructura rítmica (soneto, endecasílabo, etc.), de repente se han
empezado a escuchar murmullos, pues ya estaban hablando entre ellos. La
ausencia de utilidad que para los alumnos tiene aprender la métrica y las
diferentes estrofas literarias (porque no se ha hecho la necesaria aportación)
empuja a que comiencen a no prestar atención.
Una actividad que puede resultar favorable para
aquellos alumnos que han conseguido los objetivos es inventar un nuevo mito que
explique algún comportamiento de la sociedad actual, con todo lo que ello
conlleve (invención de personajes, aunque pueden utilizarse algunos ya
existentes, como por ejemplo, famosos; identificación de un problema y una
solución; buscar una vía estética para resolver el conflicto, etc.). Esta
actividad se podrá realizar fuera de horario escolar, por escrito (se
facilitará que sea en prosa), y en el día convenido se expondrá ante la clase y
el resto deberá adivinar qué es lo que simboliza.
Si quisiéramos modificar la
actividad desde la reflexión posterior, para impedir que muchos alumnos se perdieran en la
lectura del Soneto se podría haber podido explicar el mito de Apolo y Dafne
primero, o bien haber mandado un trabajo acerca de ese tema, de manera que los
alumnos lleguen a clase bien informados de la transformación que Garcilaso de
la Vega va a poetizar. Del mismo modo, se podría haber invertido el transcurso
de la clase, es decir, que el docente primero hubiera interrogado al alumnado
por lo que significaban para ellos los mitos, que les hubiera preguntado por
los mitos que conocían, así hasta dar con alguno que conociera lo que le
ocurrió a Dafne, y entonces, una vez llegados hasta aquí, haber leído el poema.
Sin embargo, creo que de esta forma se pierde el efecto sorpresivo que debe
llevar aparejado toda poesía.
Por
último, cabe considerar el empleo de las TIC en esta situación de aprendizaje. Se
ha utilizado el Power Point para proyectar la imagen de la escultura de
Bernini. El apoyo visual ha sido necesario para poder comprender el soneto,
porque al tratarse de un cambio físico en Dafne es mucho más provechoso a estas
edades observarlo que narrarlo. El uso de las TIC, en este caso, el Power
Point, ha ampliado el conocimiento de los alumnos sobre el tema y les ha
permitido realizar un comentario crítico de una obra de arte plástica, es
decir, se ha fomentado la transversalidad y la interdisciplinariedad en el
aula. Para fomentar el conocimiento de la mitología se podría proponer un
proyecto mediante el uso de una red social (la más utilizada en clase, por
ejemplo, facebook) con el objetivo de que compartan pinturas relacionadas con
la mitología clásica acompañadas de un breve comentario que resuma la
metamorfosis.
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